Para nadie es novedad que muchos de los abuelitos son tercos y desean seguir trabajando, a pesar de haberlo hecho toda su vida, pues no quieren representar una carga para su familia. Esa es la historia de María Cardoso en Brasil.

La abuelita de 101 años decidió no seguir dependiendo de otras personas porque deseaba comprarse sus propias cosas como carne y vino, que tanto le gustan, por lo que se independizaría a su avanzada edad. Ni corta, ni perezosa, la adulta mayor comenzó a organizar su Curriculum Vitae (CV).

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Tras enterarse que una empresa en Sao Paulo había vacantes en empleos, la abuelita prefirió dejar atrás su jubilación para volver a estar en un trabajo de oficina. Una vez tenido el CV, le pidió a su bisnieta Pamela Gomes que envíe el documento a la psicóloga de la empresa, pues “no quería depender de nadie”.

Al tener en sus manos, la encargada de revisar los CV’s sintió mucha ternura por la historia de la abuelita de 101 años que quería trabajar por lo que compartió la anécdota en redes sociales junto a su hoja de vida.

“¡Una lección de valentía, fuerza e independencia para todos!”, se lee en la publicación. A pesar de las ganas de la anciana, lastimosamente, no fue elegida dentro de los candidatos para ocupar el puesto.

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