Una histórica dramática con un final feliz. Los videos de las cámaras de seguridad, así como el testimonio del taxista que lo movilizó junto con su víctima hacia un centro comercial, fueron claves para la identificación y captura del sujeto que mantuvo secuestrada por más de ocho horas a una niña de ocho años, a quien recogió de la puerta de su casa de La Molina.
Un trabajo articulado de la División de Secuestros de la PNP y el Escuadrón de Emergencias permitió ubicar a Víctor Andrés Cano Merino (42) (a) “Triángulo” en el cuarto que alquilaba en la zona de Mariscal Cáceres, en San Juan de Lurigancho.
Los agentes le encontraron una laptop y cuatro teléfonos celulares que utilizó para comunicarse con la pequeña, a quien captó por redes sociales haciéndose pasar como una mujer. Durante el registro al inmueble se halló también el polo, el gorro y las zapatillas que llevaba puestos el día que raptó a la niña.
En sus primeras declaraciones ante la policía el sujeto dijo que tras sacar a la niña de su casa la llevó al centro comercial Puruchuco donde estuvieron viendo juguetes y luego la llevó a ver una película al cine y una vez concluida la función la llevó de regreso a su casa.
El detenido dijo que mantuvo comunicación con la menor desde hace un mes, y fue ella que le pidió que tarde del martes la busque en su casa porque sus padres la maltrataban.
La pesadilla para los padres de la pequeña Karen empezó poco después de las 5 de la tarde cuando su madre regresó de la calle y no la encontró en su cuarto.
Su temor y preocupación aumentó, cuando tras visualizar los videos de seguridad observaron que su hija se había ido con un desconocido que la sacó de su propia casa.
Desde entonces y debido al peligro que corría la pequeña, diferentes unidades policiales empezaron a trabajar en la ubicación de la niña.
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