No todos los adultos mayores tienen el privilegio y la suerte de contar con familiares que los puedan acompañar y asistir en sus últimos años. Existen muchos ancianos que por diversas eventualidades y contextos han tenido que vivir solos.
Gean LeVar, una abuelita que estuvo casada durante 58 años, sintió esa preocupación y ese vacío cuando su esposo falleció en su casa en Arizona, Estados Unidos.
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Lo más triste de todo es que, según información de CBS News, los policías que entraron a su casa se encontraron con condiciones de vida inhumanas, ya que ambos ancianos estaban en un estado tan grande de abandono que era casi imposible vivir bajo ese techo.
Ninguno de los dos tenía familiares o cercanos que los ayudaran en su situación, así que tuvieron que arreglárselas como pudieron durante varias décadas.
Una vez que el esposo de Gean falleció, el vecindario completo se enteró de la situación de la abuelita que además de perder al amor de su vida, perdió el techo que la protegía y estuvo a punto de quedar en la calle de no ser por un grupo de personas solidarias que la salvaron.
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Carmen Silva, vecina de Gean, comenzó una campaña entre los vecinos para ir en ayuda de la abuelita que no tenía hijos ni familia. “Le dije: 'No te preocupes, Gean, lo arreglaremos'”, contó.
Ella junto a sus 8 hijos le hicieron un espacio en su casa de tres habitaciones y la adoptaron tal como si fuera la abuela de la familia. De hecho, los niños renunciaron a su cama para dormir en el sillón y que así Gean estuviera cómoda. “Siempre les he enseñado a mis hijos a cuidar a sus mayores“, expresó la madre.
Desde ese momento que Gean, Carmen y los niños viven juntos como una familia. “Se ve muy feliz y creo que es porque ahora tiene toda una familia“, aseguró Carmen.
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