Alzan sus voces. Vecinos, estudiantes e integrantes de diferentes colectivos de la sociedad civil marcharon ayer hasta las instalaciones de la refinería La Pampilla, administrada por Repsol, para protestar por el desastre ecológico ocasionado en nuestro litoral.
Exigen al gobierno poner mano dura contra la empresa española y disponga el inmediato cierre y suspensión de operaciones en el país por la desgracia ocurrida en nuestro ecosistema.
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INDEMNIZACIÓN
Además, piden que el Ejecutivo un bono extraordinaio a los pescadores por el derrame del sábado 15 y que Repsol asuma su responsabilidad y les otorgue una indemnización por los daños ocasionados al sector, que se vio obligado a paralizar.
“Solicitamos que se forme una mesa de diálogo para dar sanciones inmediatas a esta empresa abusiva que ha vulnerado todos nuestros derechos, provocando un daño incalculable a nuestro mar”, sostuvieron los que marcharon.
Tras anunciar que continuarán con las movilizaciones, exigen que el gobierno pida ayuda internacional para recibir a expertos que contribuyan a rescatar nuestro mar.
