Lorenzo Palacios Quispe, más conocido como Papá Chacalón, cumple hoy 25 años de su muerte. El hombre de humildad y pobreza, pero con un espíritu de bondad y de misericordia se convirtió en el ángel de las personas más despreciables y humilladas de nuestra sociedad. Idolatrado, por muchos, por no decir millones, y odiado por muy pocos, se convirtió en el papá de avezados y reconocidos delincuentes de la zona más popular de nuestra capital y aclamado por los reyes de la papa, del pollo o del queso, entre otros.

Sus jornadas de fin de semana son recordadas por esas batallas campales, infernales y sin control alguno, pues en el local ‘Así es mi tierra’ en la Av. México, cuando en un mano a mano, el rey Vico y Chacalón, se protagonizó una bronca entre pobladores del cerro del Pino y el cerro San Cosme; la rivalidad entre ellos era imparable, las cajas de cerveza volaban por el cielo y un mar de sangre cubría el frío suelo.
Pese a que mucha gente lo trate por el lado negativo, sus hinchas hacían caso omiso y se presentaban a sus conciertos en masa. Chacalón le cantaba a los provincianos, a las madres, a los niños abandonados y a los más desprotegidos, y fue por estos temas que recibió un reconocimiento de la UNICEF por ser uno de los pocos cantantes que le dedicaba sus canciones a los niños más olvidados de nuestra capital.
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