GIANCARLO ANDÍA

El suboficial de segunda de la PNP, Howie Allan Estrella Alarcón, murió  cuando intervenía a una pareja de jóvenes que habría participado en una pelea y disturbios la madrugada de ayer en Pueblo Libre.

Los detectives investigan las circunstancias en las que el agente de 36 años cayó al piso y golpeó de forma aparatosa la cabeza. El efectivo estaba próximo a casarse, se informó.

El policía junto el sereno, Robinson Vilca Cruz, de 48 años, acudió al punto  ubicado en inmediaciones del parque El Carmen, en las cuadras 7 y 8 de la calle General Artigas.

“LO EMPUJARON”

Vecinos alertaron al patrullaje integrado de la presencia de los jóvenes en aparente estado de ebriedad que alteraban el orden público. Estas personas son Diego Martín Elías Benites y Camila Bejarano Sánchez, ambos de 19 años.

“El sereno dijo que Howie le quiso poner las marrocas al chico y este lo empujó con tal fuerza que lo hizo caer y golpearse la cabeza de manera aparatosa contra el piso. No le dio opción a defenderse. El sujeto estaba como loco”, contó Dante Rodríguez, cuñado del suboficial, que tiene más de quince años en la institución. Rodríguez y fuentes policiales revelaron también que la jovencita arañó el rostro al serenazgo y hasta lo mordió para evitar ser intervenida.

Estrella Alarcón empezó a convulsionar y fue conducido de emergencia al Hospital Central de la Policía. En el nosocomio, la doctora Carla Guzmán Aliaga señaló que este llegó cadáver.

DETENIDOS POR HOMICIDIO

Elías Benites y Bejarano Sánchez fueron llevados a la comisaría y luego al Depincri Breña–Pueblo Libre para que luego se disponga su traslado a la sede de Homicidios de la Dirincri por desacato y resistencia a la autoridad y homicidio culposo.

“El policía tomó de un brazo al chico y el sereno hizo lo mismo. En el forcejeo, los tres caen de espalda. La unidad especializada determinará la responsabilidad”, precisó una fuente policial.

 Se iba a casar

Howie Estrella destacó por su desempeño en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). “Enfrentó a remanentes del terrorismo. También fue reconocido por su trabajo en las comisarías de Huancayo y Chacra Colorada en Lima. Su labor sirvió de ejemplo para su hermana menor que también es policía”, dijo un deudo. “Me han quitado a mi hijo, que también era mi amigo. Que los culpables paguen con la cárcel”, dijo Ana Alarcón, progenitora del policía.  A su cuñado Dante, el suboficial contó que planeaba casarse en noviembre con su novia, que también participó de las diligencias de los deudos para encontrar mayores pruebas contras los intervenidos.