Charlie es un chico de 14 años que padece parálisis cerebral y epilepsia, por lo que depende de su familia para muchas cosas, pero su papá, Robin Middleton, preparó una minivan para hacer recorridos juntos. “Quería que Charlie pudiera hacer lo que todos los demás pueden”, dijo.
Todo por su hijo
El mundo no siempre está adaptado a las personas en situación de discapacidad, aunque hay personas que hacen su mejor esfuerzo para que se sientan incluidas. Así lo demostró Robin Middleton, un padre de 43 años que compró una minivan clásica para modificarla, con el fin de que su hijo Charlie pudiera viajar en ella.
El vehículo le costó 691 dólares mientras que el cambio le tomó varias horas y años, pero todo el esfuerzo dio sus frutos.
Charlie es un chico de 14 años que ha usado una silla de ruedas durante toda su vida, ya que cuando nació estuvo privado de oxígeno por varios minutos. Además, padece parálisis cerebral y epilepsia, por lo tanto, depende de sus papás para hacer sus actividades.
Aunque no todo está perdido, ya que Robin pensó en una forma de que Charlie pudiera ir en auto con su silla de ruedas, y por eso compró la minivan que terminó adaptando, inspirado en el Papamóvil.
“Lo vi y pensé que sería absolutamente perfecto. Siempre he tenido Minis y me ha gustado mucho el lado 'mini' de las cosas, y pensé que sería algo agradable de hacer “, dijo.
Aunque sabía que “había mucho trabajo por hacer”, solo le importaba hacer feliz a su querido hijo. “Realmente quería que Charlie pudiera hacer lo que todos los demás pueden hacer”, comentó Robin.
Si bien fue un plan algo improvisado, hizo lo que pudo para que se convirtiera en una agradable experiencia para Charlie. Con la ayuda de un amigo al que le fascinan las minivans logró facilitarlo consiguiendo paneles, trabajando cada tarde y fin de semana hasta que quedó listo después de 10 años.
"Es una sensación tan agradable terminarlo, y ahora estoy ansioso por poder llevarlo a uno de sus primeros shows, será encantador”, comentó Robin. De este modo, Charlie ya ha podido dar paseos en la furgoneta por el pequeño pueblo donde viven, y ha disfrutado cada uno de ellos.
Mira también: Amigas le celebran cumpleaños de princesa a una abuelita de 87 años
“Definitivamente estaba sonriendo y definitivamente lo disfrutó, lo cual fue encantador”, dijo el papá de acuerdo a la fuente. Todos los esfuerzos siempre valen la pena, sobre todo si es para hacer feliz a alguien.
