A lo largo del mundo se ha conocido la actividad de distintas sectas y cultos que se mueven al límite de la ley. Muchas de ellas captan numerosos fieles, quienes viven en comunidad y se desenvuelven bajo sus propias dinámicas y reglas.
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Pero hay veces en que son descubiertas y sus líderes encarcelados. Eso le ocurrió hace unos días al líder de un culto polígamo, llamado Samuel Rappylee Bateman, de 46 años, quien tenía más de 20 esposas, incluyendo a una de sus hijas de 9 años.
Según información se trataba de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en la que Samuel participaba de sexo en grupo con chicas que eran menores de edad. Además, facilitaba que otros hombres abusaran de ellas.
Menores de edad
Samuel era líder de una secta que contaba con niñas de entre 11 y 16 años de edad, quienes fueron rescatadas por las autoridades de Arizona, Estados Unidos.
El hombre mantenía las reuniones con sus seguidores y seguidoras en su casa, en donde se concretaban los abusos y las fiestas sexuales. Eso sí, se supo que aproximadamente unas 8 menores de edad habrían escapado de su casa.
Este líder habría sido descubierto cuando un testigo lo vio aparecer en su casa con una camioneta llena de menores de edad, a quienes se refería como “esposas”.
“Dios arreglará sus cuerpos y pondrá la membrana de regreso en su cuerpo. Nunca he estado más confiado en hacer su voluntad. Todo es por amor“, fue lo que le explicó a las autoridades. Según la policía, este sujeto se grababa entregando a las menores a grupos de hombres que abusaban de ellas.
Ahora este polémico líder religioso será juzgado por 3 cargos de abuso infantil en Arizona, además de destruir evidencia al borrar unas conversaciones en su teléfono celular.
