Su carita lo dice todo. “Bear” es el nombre de este perrito que, a duras penas, pudo evitar devorarse todas las gollerías que encontró.
La dueña de “Bear” es una fotógrafa que vive en Los Ángeles, y es muy consciente de que a su compañero de vida le vuelven loco los dulces. Tanto es así, que los juguetes especiales para perros con forma de rosquilla son suficientes para que él se vuelva loco y se le haga agua la boca.
Sabiendo esto, Candice Sedighan, la dueña del perrito glotón, tuvo la idea de dejar a la visrta de Bear una caja llena de rosquillas de mentira. Lo que el can no sabía, era que estaba siendo grabado. Su dueña camufló una pequeña cámara de video en la parte del fondo de la cajita con falsos dulces para darnos una vista de la adorable reacción de su lindo perrito.
Luego de luchar arduamente con su yo interno, el perrito finalmente se sumerge en la caja para probar los “dulces”. “El resultado fue hilarante con la carita más dulce de todas” dijo la fotógrafa en Instagram, lugar donde subió el video que, inmediatamente, se viralizó en esta red social.
Y a pesar de darse con la sorpresa de que las donas no eran comida real, igual recibió un premio para satisfacer su necesidad de comer dulces. Candice le dio un poco de mantequilla de maní para saciar su voraz apetito.
Es altamente probable que Bear no sepa que es lo mejor para su alimentación, sin embargo, su dueña si que lo sabe. “Es fanático de las donas y los juguetes, pero los juguetes son la opción más saludable para él, por supuesto”, refirió la fotógrafa angelina.
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